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sábado, 6 de noviembre de 2010

EL TEMPERAMENTO DEL PERRO(escrito por Hernán terranova)

¿Cuál es la personalidad de tu perro?

Aunque «personalidad» no sea la palabra justa para describir las características del comportamiento de nuestros perros, éstas presentan partes fuertes y débiles y definen su temperamento.

Conociendo el temperamento de tu perro podrás deducir cuál es la mejor forma de criarlo.

Terminología

«Dominante» y «subordinado» describen el estatus social (jerarquía dentro de la manada/familia). Mientras que, «confiado» y «sumiso» describen la reacción ante amenazas (ruidos, gente, objetos, situaciones, etc.)

ESTATUS SOCIAL                           REACCIÓN ANTE AMENAZAS
* Dominante (+)                             * Confiado (+)
* Subordinado (-)                            * Sumiso (-)

Por lo general, creemos que dominante es lo opuesto a sumiso, pero no es así. Dominante es el estatus más alto (alfa) dentro de la manada y subordinado es el más bajo (omega), siempre en relación a la manada. Ambas posiciones (y las intermedias) describen la posición jerárquica que determinado perro ocupa dentro de su manada.

La actividad social del perro funciona como un ejército; hay generales y soldados rasos. Instintivamente, los perros se ubicarán en una jerarquía definitiva para que pueda haber orden dentro de la manada.

La jerarquía y todas las conductas caninas son formadas por 2 elementos: GENÉTICA + MEDIO AMBIENTE. Siendo siempre, la parte genética, la más fuerte.

Antes que nada debemos prestar atención a un hecho incontestable: nuestro perro nos ve a nosotros como un integrante más de su manada. Tengamos esto en cuenta cuando leemos lo siguiente.

Ahora bien, si tenemos un cachorro genéticamente dominante, y con nuestra acciones estimulamos (premiamos) esa dominancia ubicaremos al perro jerárquicamente por encima de nosotros mismos, dándole el mensaje equivocado de que «él es el rey» (alfa) de la manda.
Por ejemplo, cuando el perro quiere comida e inmediatamente se la damos, o desea subirse a nuestro regazo y se lo concedemos, nos pide salir y lo hacemos, etc. ¿Quién domina a quien? El perro aprende a exigir y cumplir sus objetivos fomentando su estado de alfa. ¿Entonces no puedo acariciar a mi perro? ¿No puedo sacarlo a pasear? ¡Si, claro que podemos! Pero el perro debe entender que nosotros somos los que manejamos sus recursos y no al revés. Esto se logra aplicando técnicas de «Nada en la vida es gratis». ¿Como es esto?, muy sencillo. Cuando vayamos a darle de comer, nos acercamos con el plato y nos quedamos parados con nuestra mejor cara de poker hasta que el perro se siente. Lo más probable es que: salte, ladre, de vueltas alrededor de nosotros con gran energía y entusiasmo demandando que le demos la comida. En algún momento el perro hará una breve pausa y se sentará, inmediatamente diremos «SIT» o «SENTADO» y le daremos la comida. Sin dudas, utilizando esta sencilla estrategia una pocas veces, el perro habrá aprendido que cuanto más rápido se siente, más rápido comerá.
Luego, cada vez que le vayamos a darle de comer le diremos «sit» y una vez sentado le daremos la comida, no antes. De esta manera nuestro perro aprenderá que para comer tendrá que acatar una orden, y si acata órdenes no será el rey (alfa) de la manada como él creía.

Otro ejemplo. Digamos que nuestro perro se acerca en busca de caricias, inmediatamente debemos ignorarlo o echarlo demostrando enojo. Una vez que el perro depone esa actitud, lo llamamos y lo acariciamos como siempre. El aprenderá que al rey (el dueño del perro) nada se le exige, más bien tendrá que pedir permiso y obedecer alguna orden para comer, recibir caricias, salir a pasear, etc. Estas técnicas lo ubicarán como «subordinado» marcando un estatus social definitivo. Esta es la forma por la cual se debe enseñar a un perro dominante; sin agresiones ni luchas innecesarias y peligrosas.

Si no hacemos esto, nuestro perro se tomará atributos que no le corresponden: subirse a nuestra cama, desobedecer nuestras órdenes, exigirnos comida de la mesa, gruñir o morder cuando es retado, etc.; creerá que él es el alfa y querrá dominar todas las situaciones. Este es el perro que será «General» en nuestro pequeño ejército.

Por otro lado, esta el «subordinado» (obediente) el cual genéticamente se subordina ante los integrantes de la familia. La subordinación debe ser premiada para que el perro repita esas conductas ideales.

Como dijimos antes, en la escala de REACCIÓN ANTE AMENAZAS, «confiado» es el pico más alto y «sumiso» el más bajo.

El perro «confiado» es el que se aventura a cosas nuevas (gente, otros perros, objetos, lugares, etc.) y no demuestra desconfianza o temor alguno.

En cambio, el «sumiso» es el perro inseguro o miedoso a otros perros, ruidos, personas, autos, fuegos artificiales, truenos, etc.

Veamos un ejemplo. Hace un tiempo traté a una hembra Border Collie con un estatus social «dominante». Convivía con cinco perros a los cuales «marcaba» (marcar es establecer límites), continuamente, con la mirada. Los echaba, los mordía, en fin, era claramente el «General» de la manada. Por ende, su estatus era «dominante». Pero cuando escuchaba un ruido fuerte o desconocido como petardos, truenos o algún golpe desaparecía inmediatamente, escondiéndose como si fuera el fin del mundo. Claramente marcándola como «sumisa» en cuanto a REACCIÓN ANTE AMENAZAS. Por lo tanto, el temperamento de este animal fue diagnosticado como «dominante sumiso».

Como recordarán, al comienzo de este artículo, dijimos que generalmente se cree que «dominante» es lo opuesto a «sumiso», pero ahora sabemos que el temperamento se define por la combinación de dos escalas distintas.

De esta manera podremos encontrar las diferentes combinaciones y deducir fácilmente el temperamento de nuestros perros.
Estas son las combinaciones:
  • Dominante-sumiso
  • Dominante-confiado
  • Subordinado-sumiso
  • Subordinado-confiado

Ahora… ¿Cuál es el temperamento de tu perro?

Si ya descubriste cuál es su temperamento y no estás muy contento al respecto, no te preocupes porque hay formas de corregir las tendencias negativas de tu perro. No existen formulas mágicas en cuanto a modificación de conducta, pero con la guía adecuada podrás tener un buen manejo de tu perro previniendo una infinidad de problemas.

Es muy importante entender que nuestros perros son descendientes del lobo. Nosotros logramos sacarlos de la manada (estado salvaje) pero ¡nunca podremos sacar a la manada del perro!

Aunque a veces queramos castigarlos por cometer algo que para nosotros es incorrecto, no olvidemos que ellos funcionan y se comunican de una manera diferente a la nuestra. Lo primero que debemos hacer es comprender que ellos son perros y no integrantes de nuestra familia; y por otro lado tratemos de pensar como perros para poder entenderlos más y lograr una buena convivencia.

Muchas veces les damos a nuestro perros señales equivocas provocando refuerzo de dominancia, y cuando muestran rasgos dominantes los castigamos por ello. Si el perro pudiera comunicarse con palabras, nos diría: «¿En qué quedamos, che? Por un lado me demostrás que soy el alfa, pero después me castigás porque quiero manejar la manada?».

Conclusión

Aprendiendo sobre el funcionamiento de la conducta canina podremos educar a nuestro perro «hablando» en su mismo idioma. ¡No olvidemos que nuestro perro es un perro, y no un hijo adoptivo al cual insistimos en humanizar!

Tratando de humanizar a nuestro perro lograremos destruir su esencia canina provocando estrés, ansiedad, angustia por separación, etc.

¡Pensemos como «alfa» y el perro nos amará cada día más! Le proporcionará tranquilidad y estabilidad en sus conductas logrando tener la «mejor manada del barrio».

Para obtener más información contactate conmigo o cualquier otro especialista en conducta canina con referencias comprobables.

Espero que esto haya sido de utilidad para entender un poquito más sobre esta especie maravillosa y compleja que nos ha adoptado como parte de su manada.
              HERNÁN TERRANOVA

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